WANDERER, LA MARCA ALEMANA QUE LA GUERRA LIQUIDÓ

WANDERER, LA MARCA ALEMANA QUE LA GUERRA LIQUIDÓ

Wanderer fabricó entre 1885 y 1942 bicicletas, motocicletas, automóviles, camiones, maquinarias y herramientas, entre otras cosas. A fines del siglo XIX, dos mecánicos alemandes, Johann Baptist Winklhofer y Richard Adolf Jaenicke, tenían su propio taller para arreglar bicicletas en la ciudad sajona de Chemnitz, a orillas del río de igual nombre. Así nació Wanderer el 15 de febrero de 1885, para reparar los velocípedos que, en ese tiempo, importaba Alemania desde Gran Bretaña.
Poco tiempo después, comenzaron a fabricar bicicletas, las cuales salieron al mercado bajo la marca alemana Wanderer.
En 1886, aunque seguían importando velocípedos británicos, se fabricaron 100 bicicletas con una nómina de 22 personas y, para 1887, se desarrolló un triciclo. En 1895, la fábrica se traslada a Schönau en la selva negra y continúan produciendo una amplia gama de biciclos de distintos tipos. En 1900 planean un motor para la bicicleta.
La primera motocicleta Wanderer nace en 1902 con un motor de 1,5 CV de potencia que, en 1904, se reinventa con una potencia de 2,5 CV y un encendido por magneto. Esta motocicleta aumenta su potencia en 1905, primero a 4 y luego a 5 CV. La marca alemana fabricó motos, cada vez mejores, hasta 1929. Pero esa es otra historia.
El primer paso para fabricar automóviles se da en 1906, cuando se logra inscribir la marca Wanderermobil, con vistas a usarla en el proyecto de un pequeño auto, el cual se da a conocer finalmente en 1911. Este vehículo, simple y pequeño, que el público recibió satisfactoriamente, se bautizó como Wanderer Puppchen (muñequita).
Wanderer alcanzó prestigio por el aguante y fiabilidad de sus automóviles en dos de los segmentos más importantes en esa época, el de los autos pequeños y medianos, tiempo en que los vehículos motorizados lidiaban por hacerse populares y “no objetos de lujo para resaltar la clase poderosa de la sociedad”, como en sus inicios. 
Tras la Gran Guerra (I Guerra Mundial), la economía quedó devastada. La esfera automotriz alemana tomó la máxima de Esopo (filósofo griego): “la unión hace la fuerza”. Así, en 1925, se fusionaron Daimler y Benz para, de esta forma, crear Mercedes-Benz y en 1932, cuatro marcas lo hicieron en Auto Unión: Audi, Horch, DKW y Wanderer.
El logotipo de los 4 aros (hoy de Audi) representó entonces a Auto Unión, o sea, la fusión de esas 4 marcas. Auto Unión dividió sus producciones en segmentos de mercado: Horch, autos de lujo; DKW, motocicletas y autos pequeños y/o ligeros; Wanderer, autos medianos; Audi se quedó sin nada y finalmente desapareció. Fue rescatada, en 1968, por Volkswagen.
Wanderer luchó en el mercado alemán con Opel, Daimler-Benz y BMW. Fue autónoma dentro de Auto Unión y siguió fabricando bicicletas, motos, maquinarias y herramientas. Ocupó el segundo lugar en producción de Auto Unión, detrás de DKW. En 1937, Alemania fabricó 216.538 autos, de ellos, la cuarta parte la produjo Auto Unión.
Las marcas de los cuatro aros aportaron al volumen de fabricación de autos, ese año (1937), en Alemania: DKW, 19,5 %; Wanderer, 4,7 % y ni Horch ni Audi, alcanzaron el 1 %. Los Wanderer mejoraron año tras año hasta ser el automóvil de la pujante burguesía alemana e incursionar en la esfera de los deportivos. El modelo W 25 K traía compresor y un moderno diseño de carrocería, el mejor entonces de Auto Unión. 
Pero en 1939, todo se detuvo bruscamente, había dado inicio la II Guerra Mundial. Los últimos Wanderer salieron en 1942. Cuando acabó la guerra, en 1945, solo quedaban escombros. Sus propietarios, arruinados, nunca la reconstruyeron y sus técnicos, se fueron a la Alemania Federal para revivir DKW, que desapareció en 1966.