
El Grupo Messer Bad Soden de Alemania, especialista en gases industriales, continúa apoyando una importante investigación sobre el cauto almacenamiento de energía convertida en aire líquido.
El galardonado proyecto elaborado años atrás por el 'Centre for Low Carbon Futures' del Reino Unido (CLCF) prosigue ganando adeptos en todo el mundo, sobre todo al conocerse que el uso del aire líquido para almacenar energía podría incrementar la seguridad del suministro, reduciendo las emisiones de gases invernadero y creando una industria completamente nueva y acorde con las recientes políticas internacionales relativas a las múltiples ventajas que presentaría el llamado aire líquido en la transportación de personas y bienes.
En realidad, de acuerdo a muchos científicos europeos la utilización del clean air power, que no es otra cosa que hidrógeno puro solventaría muchos problemas ambientales que azotan nuestro planeta, sobre todo los originados por las grandes industrias, por los automóviles pero especialmente por el transporte pesado. El aire líquido es una novedosa solución de almacenamiento de energía, basada en tecnologías probadas como la licuefacción y la separación del aire para la producción de nitrógeno u oxígeno para uso industrial.
Según un estudio académico efectuado por economistas y científicos, podría jugar un rol muy importante en el uso eficiente de fuentes de energía con bajo nivel de carbono. Varias empresas en todo el mundo también trabajan en proyectos limpios, como la Highview Power Storage de los Estados Unidos constructora de la primera planta piloto del mundo para el almacenamiento de energía en forma de aire líquido y conocida como Liquid Air Energy Storage (Laes).
Mientras tanto en Europa los líderes de empresas asociadas a los valores ecológicos aseguran que hay una necesidad urgente de buscar nuevos almacenamientos de electricidad ya que en los últimos años la transición a las energías renovables ha impulsado la generación de electricidad a partir de fuentes eólicas y solares.