
La emergencia sanitaria ante el agresivo avance del COVID-19 ha forzado a que cientos de industrias cierren sus operaciones presenciales y lleven a sus colaboradores a trabajar desde casa. El teletrabajo, una modalidad que parecía un tanto lejana en el Ecuador, se convirtió en realidad forzada en pocos días.
Esta agresiva pandemia tomó tecnológicamente con la “guardia abajo” a la mayoría de ellas. La infraestructura y aplicativos para conectar a cientos de personas desde su hogar no está cien por ciento implementada. Además, varias de ellas carecen de una cultura corporativa que les permita hacerlo de manera cómoda, eficiente y sobre todo inmediata.
Para otras organizaciones, la situación es distinta. Una de ellas es Corporación Maresa, empresa automotriz que representa a marcas como Mazda, Fiat, Jeep, Dodge, RAM, Orgu Ford, Chery, Dongfeng y AVIS en el país.
En diciembre de 2018 la corporación implementó las herramientas colaborativas de Microsoft (Yammer, Teams y Planner) como parte de su estrategia de transformación digital. Desde ese entonces, estas se han enfocado en fortalecer el trabajo, la comunicación, la eficiencia y productividad en su gente.
En 2019 el teletrabajo fue incluido como parte del plan de flexibilidad laboral de la compañía, implementándose en diferentes etapas y pasando la dura prueba en las manifestaciones y paralizaciones que vivió el país a finales de año.
Gracias a ello, en la actual coyuntura sanitaria, la empresa activó rápidamente esta modalidad en 387 de sus colaboradores; es decir, en más del 65% de su nómina.
Uno de sus principales canales es Microsoft Teams; creado para garantizar el trabajo entre los diferentes equipos y áreas de Corporación Maresa. Allí cada persona puede chatear, mantener videollamadas, asignar tareas, compartir archivos en línea y trabajar con usuarios externos a través de un medio seguro y almacenado en la nube.
Sin embargo, el camino de implementación no ha sido sencillo. Uno de los principales retos fue cambiar los hábitos de trabajo en los usuarios; es decir eliminar el uso indiscriminado de correo electrónico y las excesivas reuniones presenciales. Para ello la empresa trabajó en diferentes niveles de adopción de estas herramientas, desde capacitaciones, concursos internos y campañas de acompañamiento a cada usuario.
Gracias al énfasis en la transformación digital y el uso de herramientas colaborativas, Corporación Maresa ha enfrentado de manera inmediata y efectiva esta crisis. Todas sus operaciones se han paralizado, sin dejar de atender digitalmente a cientos de clientes que día a día buscan adquirir una de sus marcas automotrices.