
La marca germana ha decidido juntar a sus dos vehículos más salvajes para demostrar sus capacidades off-road. En el 40 aniversario del Mercedes-Benz Clase G, el fabricante alemán no quería dejar pasar la oportunidad de demostrar las capacidades del todoterreno, un automóvil con raíces militares, que ahora en muchos casos se utiliza como vehículo utilitario para rodar por asfalto, al igual que muchos de los pertenecientes al segmento SUV. Según la marca automotriz, el Clase G, que se produce en la fábrica de Graz, Austria, puede ascender pendientes imposibles para otro tipo de vehículos, lo que hace que pueda llegar prácticamente a cualquier sitio. También son orgullosos al presumir de que el 80% de los vehículos Clase G fabricados, todavía están en uso por carreteras y caminos de todo el mundo. Desde su lanzamiento, se han desarrollado unidades de todo tipo, desde las equipadas con el paquete deportivo AMG, hasta las modificadas para incluir 6 ruedas, repartidas en tres ejes.
Y para demostrar sus capacidades, lo han enfrentado al Unimog, uno de los camiones todoterreno más completos del mundo y cuyo primer prototipo se remonta a 1946, alardeando de una tradición que se ha extendido durante los últimos 70 años, mucho antes de imaginar la construcción del Clase G.
La producción en serie llegaría tres años después, ganando definitivamente la denominación 'Unimog' y dando lugar a un vehículo algo menos radical que el prototipo, pero también muy capaz frente a terrenos difíciles alejados del asfalto. Por ejemplo, el más grande de los dos, dispone de mecánicas turbodiésel, de entre 231 CV hasta 299 CV de potencia. Desde su lanzamiento, se han fabricado 350.000 unidades de este gigante alemán, cuya versión más popular es la denominada 'U'.
Cabe destacar que el Mercedes-Benz Clase G goza de una mecánica V8 biturbo de 4,0 litros de cilindrada y un rendimiento de 585 CV, en el caso de su versión AMG G 63. (foto: Mercedes-Benz news)