TRIUNFO DE LEWIS HAMILTON EN EL GRAND PRIX EMILIA-ROMAGNA

TRIUNFO DE LEWIS HAMILTON EN EL GRAND PRIX EMILIA-ROMAGNA

Para ganar en Fórmula Uno no basta con ser el mejor sobre el asfalto y poseer el mejor vehículo, también se necesita un poco de suerte para descubrir la estrategia correcta. En Imola, Hamilton encontró todos los factores. Ni una pésima salida en la que fue adelantado por Max Verstappen ni el excelente pilotaje de Valtteri Bottas impidieron su victoria en Imola, uno de los circuitos donde adelantar es difícil.
 
Una avería de Sebastian Ocon en la vuelta 30, cuando ya Bottas y Verstappen habían realizado su parada, permitió el Virtual Safety Car, beneficiando a un Hamilton que entró rápidamente en boxes para poner neumático duro, salir primero a pista y mantenerse ahí hasta el final de carrera. Una victoria que le permite acercarse a su octavo campeonato del mundo al aumentar aún más su distancia con Bottas. El finés necesitaría un milagro para superar a Hamilton. Y no cometer errores como el que hizo a falta de veinte vueltas, cuando al pasarse de frenada le puso en bandeja a Verstappen el segundo puesto, que solo un pinchazo impidió. 


El que ya no tiene ninguna posibilidad es Max Verstappen, que reventó su rueda trasera derecha en la vuelta 51. No solo quedó fuera de la carrera sino que disparó las bandera amarillas y provocó la salida del auto de seguridad. A falta de menos de diez vueltas, todos los vehículos fueron desfilando por el pit-lane tratando de ganar puestos en boxes beneficiándose con paradas y cambios de gomas. Los mecánicos se iban convirtiendo en protagonistas. Primero los de Ferrari cuando arruinaron la buena carrera que estaba realizando Vettel con una de las peores paradas que se recuerdan. 13,1 segundos para cambiar las ruedas al atascarse una tuerca. Y por último los de Racing Point, cuando un mecánico cayó el suelo de espaldas al meter erróneamente el gato bajo el morro del vehículo de Stroll.

Se compactó el grupo durante las 6 vueltas en las que estuvo el auto 
de seguridad sobre el asfalto y se redujeron las distancias entre todos los pilotos. Una nueva carrera al sprint de seis vueltas más con Hamilton, Bottas y Ricciardo encabezando la carrera. Carlos Sainz, que en el primer tercio de la carrera adelantó como un avión a Norris, marchaba en octavo puesto. Adelantó limpiamente Checo Pérez a Albon, que trompeó y casi provoca el accidente de Sainz, a punto de rozarse con el Red Bull. Kvyat adelantó a Leclerc y puso en peligro el tercer lugar de Ricciardo. Sufría Renault viendo al ruso de Alpha Tauri por el retrovisor tratando de revasar.
Hamilton, Bottas y Ricciardo subieron al podio y Mercedes ganó matemáticamente el Mundial de constructores, el séptimo consecutivo.