El Chiron es uno de los modelos más exclusivos del mundo del automóvil, pero Bugatti presentó hace dos años el primer anticipo del Divo, una variante todavía más radical del modelo del que se fabricarían solo 40 unidades con un precio de cinco millones de euros. La firma ha ultimado su desarrollo, mostró su versión final de producción y anunció que las primeras entregas se realizarán a finales de año.
 
Una espera tan larga está justificada, porque el proceso de creación de este modelo fue largo y complicado. Basándose en el Chiron, el Bugatti Divo incluye una gran cantidad de modificaciones respecto a este. Desde que comenzó el proyecto, con las primeras simulaciones virtuales, hasta que el prototipo original recorrió sus primeros kilómetros, pasó un año.
Tras esto, y solo para poner el chasis a punto, las unidades de desarrollo del Divo recorrieron más de 5.000 kilómetros en todo tipo de condiciones y utilizando los tres modos de conducción del súperdeportivo (EB, Motorway y Handling), que varían parámetros relativos a la respuesta del motor, la dirección o la suspensión, entre otros detalles.
Por una parte, se buscó hacer del Divo un automóvil menos pesado, para lo que se instalaron elementos como una cobertura de fibra de carbono para el intercooler, llantas más ligeras, un nuevo sistema de audio y una menor cantidad de materiales aislantes, lo que sirvió para rebajar 35 kilos. Por otro lado, su imagen, más agresiva que el modelo original (gracias a nuevos conductos de aire, distintos apéndices o un alerón más ancho) obedece a una optimización de la aerodinámica: aumenta en 90 kilos la carga que genera, para llegar hasta los 456 kilos cuando circula a 380 km/h.
Uno de los pocos elementos que se han trasplantado directamente del Chiron es su motor, un bloque 8.0 W16 con cuatro turbos que es capaz de entregar 1.500 CV y 1.600 Nm de par máximo, suficiente para llevarlo de 0 a 100 km/h en 2,4 segundos y para que alcance una velocidad máxima de 380 km/h. (Bugatti Automobiles S.A.S.)