LANCIA 111 AÑOS DESPUÉS

LANCIA 111 AÑOS DESPUÉS

En noviembre pasado medios especializados en el creciente sector automotor europeo han recurrido a sus canales digitales y a todos los medios impresos para recordar un hecho histórico.

Fue para evocar el nacimiento de la gloriosa marca automotriz italiana, con ocasión de cumplir 111 años de su fundación el 29 de noviembre de 1906. La fecha fue muy especial por varias cosas, entre ellas, que su fundador el emprendedor turinés Vincenzo Lancia en sociedad con el empresario Claudio Frogolin, después de crear la empresa dijo a un grupo de amigos que su nueva fábrica tendría una larga vida.

Cuando uno de ellos preguntó que tan larga sería, él les dijo 111 años. En realidad su risueño vaticino se convirtió en realidad. En aquella lejana época ocupó los espacios fabriles que hasta entonces fueron propiedad de la famosa compañía Itala, que había diseñado y construido el automóvil con el cual poco antes, el Príncipe Borghese ganara el rally más largo del mundo entre París y Pekín.

Lancia fue un excelente piloto en esos años nóveles del automóvil ganando con Fiat. Luego decidió abandonar la actividad deportiva para concentrarse en el área industrial. Desde la partida ambos socios mantuvieron sus trabajos en Fiat, dedicándose a su naciente empresa a tiempo parcial. El primer Lancia debutó en el Salón del Automóvil de Turín a inicios de 1908 y fue llamado Alfa, respetando el deseo del empresario de usar el alfabeto griego al identificar cada nuevo modelo.

El segundo Lancia recibió la denominación Beta y reemplazó al Alfa, pero su producción fue de niveles artesanales. El tercero bautizado Gamma, dio resultados más ambiciosos, sintetizando el avance de la empresa, tratando de mejorar la calidad de sus productos. Cuando Lancia ofreció su sexto modelo, denominado Theta (Zeta, en español), ya de su factoría en Turín habían salido 2.996 autos.

Pero ya en 1918 la Guerra Mundial iniciada en 1914 había cambiado el ciclo industrial europeo. A raíz de ello llegó la obvia recesión económica y la caída casi total de las ventas. Tras la guerra, las ventas de Lancia mejoraron y la factoría se estabilizó en torno a 1.000 vehículos por año. El artífice de este suceso mundial fue el Lancia Lambda, que fue el primer auto del mundo en llevar una carrocería tipo autoportante.

Sus sucesores, el Artena y el Astura, muy elogiados por los clientes de la clase pudiente, además, se vendieron bastante bien y permitieron a la nueva empresa masificar notablemente su producción a partir de los años treinta. La introducción de modelos novedosos para la clase media y media-alta en los años '30 y '40 respetó la tradición inicial en cuanto a mantener el nivel más alto en rendimiento y tecnología. Esa gran bandera tecnológica fue mantenida por Gianni Lancia, hijo de Vincenzo, que tomó el control de la empresa en los años de la II Guerra Mundial, es decir entre 1939 y 1945.

Tras el conflicto y gracias a su visión, la empresa logró nuevos niveles de prestigio y calidad, ofreciendo motores con singulares características de ingeniería que, además mostraban muchas novedades en términos de estilo, diseño y calidad. Un hito importante en la historia de Lancia ocurrió en 1969, cuando la familia vendió la empresa al Grupo Fiat, que la convirtió en su marca de lujo respetando en principio la filosofía creada por Vincenzo y Gianni Lancia en torno a innovación, calidad y buenas prestaciones.

Sin embargo con el paso del tiempo el proceso de renovación de la gama fue recurriendo cada vez más a la creación de modelos mejorados de Fiat, haciendo que la marca perdiese poco a poco su identidad individual y en consecuencia, fue reduciendo el respeto que le brindaban sus compradores. Además, de especializarse en la hechura de autos sofisticados, fiables y de notable rendimiento, Lancia tuvo una presencia memorable en el deporte, en carreras de autos GT en los años '50 y también en la Fórmula Uno, en 1955, cuando al año siguiente se creó un vehículo capaz de ganar el campeonato mundial con Juan Manuel Fangio bajo la tutela de Ferrari.

Más tarde la marca se estableció en los rallies y con los Fulvia primero y los Stratos después escribió páginas de oro en los difíciles campeonatos europeos, mundiales y en torneos nacionales de varios países europeos. También volvió a las carreras de prototipos en los años '80, cuando se retomó su histórica unión con Ferrari que brindó sus famosos motores V8. El proceso industrial de sólida y constante involución de Lancia iniciado en los años '80 no se ha detenido y en la actualidad la marca pertenece a la firma ítalo-americana Fiat Chrysler Automobile (FCA), que mantiene la política impuesta por la centenaria Fiat en las últimas décadas, bajando el catálogo de productos y la producción a niveles cada vez más simbólicos. En parte también por un notorio descenso de la demanda.

Los aficionados y devotos de Lancia tienen décadas esperando que Fiat desarrolle un plan de rescate de Lancia, un plan que le permita resurgir apoyada en los mismos lineamientos establecidos por Vincenzo y Gianni Lancia. Pero el discreto retorno en términos de unidades vendidas que ha tenido tras un intento parecido al rescate de Alfa Romeo ha hecho que los planes sigan congelados.