
El Range Rover, tanto en su versión convencional como en la Sport, recibe una actualización que mejora su tecnología y que, sobre todo, se centra en el apartado mecánico.
El protagonista es el bloque diésel Ingenium de tres litros y seis cilindros en línea, que entra en la gama como sustituto de los propulsores V6 y V8 de diésel. Cuenta con ventajas como una estructura de aluminio que le permite rebajar hasta 80 kilos el peso y un sistema de hibridación suave. Está disponible en tres versiones diferentes: el D250 de acceso (sólo para el Sport), con 249 CV y 600 Nm de par máximo; el D300, con 300 CV y 650 Nm de par; y el D350, con 350 CV y 700 Nm de par. La marca solo ha desvelado las prestaciones del más potente, que alcanza los 100 km/h en 6,9 segundos.
La gama mecánica del Range Rover se completa con el motor de gasolina P400 de 400 CV (también con sistema microhíbrido); con el híbrido enchufable P400e, de 404 CV y con una autonomía eléctrica de 40 kilómetros, y con dos variantes del gasolina V8 que rinden, respectivamente, 525 y 565 CV.
Su equipamiento mejora, ampliando todavía más la ya que posee del Range Rover: asientos de cuero regulables, sistema de purificación e ionización del aire, sistema de infoentretenimiento Touch Pro Duo con dos pantallas de 10 pulgadas, conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, punto generador wifipara hasta ocho dispositivos, control de crucero con limitador de velocidad, frenada de emergencia, asistente de cambio involuntario de carril y cámara trasera, entre otras tecnologías.
Además, el Range Rover estará disponible con una amplia selección de ediciones especiales y limitadas, desde el exclusivo Autobiography Fifty Edition, que celebra los 50 años del modelo y del que sólo se fabricarán 1.970 ejemplares, a los HSE Westwinster Edition, HSE Dynamic Black y HSE Dynamic Stealth. (Range Rover News)